La OMS advierte sobre la falta de conciencia sobre el vínculo entre el alcohol y el cáncer
Un reciente informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para Europa ha puesto sobre la mesa una problemática alarmante: la falta de conocimiento sobre la relación entre el consumo de alcohol y el riesgo de desarrollar cáncer. El documento, titulado «Etiquetas de advertencia sanitaria sobre el alcohol: una perspectiva de salud pública para Europa», destaca la necesidad urgente de implementar un etiquetado obligatorio y estandarizado en las bebidas alcohólicas que informe a los consumidores sobre estos peligros.
El vínculo entre el alcohol y el cáncer
La evidencia científica ha demostrado que el alcohol es un factor de riesgo importante para varios tipos de cáncer. Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), el alcohol puede alterar el ciclo celular, inducir inflamación crónica y dañar el ADN. Este daño puede llevar a un crecimiento celular descontrolado, lo que eventualmente podría desencadenar la aparición de cáncer.
Desde 1988, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC), organismo adscrito a la OMS, ha clasificado el alcohol como un carcinógeno del Grupo 1. Esta categoría se otorga a sustancias cuya capacidad para causar cáncer en humanos está científicamente comprobada, al mismo nivel que el tabaco, el asbesto y la radiación ultravioleta. La clasificación se basa en estudios que vinculan el consumo de alcohol con el cáncer de boca, faringe, laringe, esófago, hígado, mama y colon.
Los datos respaldan esta advertencia: un estudio publicado por la OMS en 2021 reveló que cerca de 750.000 diagnósticos de cáncer en 2020 fueron atribuibles al consumo de bebidas alcohólicas. Los tipos de cáncer con mayor incidencia en estos casos fueron los de esófago e hígado, además del cáncer de mama en mujeres.
Falta de conciencia y medidas urgentes
A pesar de la creciente evidencia, un estudio reciente en 14 países europeos demuestra que el conocimiento sobre esta relación es sumamente bajo. Solo el 15 % de los encuestados sabía que el alcohol puede causar cáncer de mama, y apenas el 39 % reconocía su vínculo con el cáncer de colon. Esto resulta alarmante, considerando que en la Unión Europea, estos son los tipos de cáncer más comunes entre quienes consumen alcohol con frecuencia.
El director regional de la OMS para Europa, Hans Henri P. Kluge, enfatizó la importancia de establecer advertencias claras y visibles en los envases de bebidas alcohólicas. «Las etiquetas de advertencia sanitaria son un pilar fundamental del derecho a la salud. Proporcionar esta información no perjudica a los consumidores; al contrario, les brinda conocimiento, y el conocimiento es poder», afirmó Kluge.
Actualmente, solo 3 de los 27 países de la UE han implementado etiquetas de advertencia en productos alcohólicos. A nivel de la Región Europea de la OMS, esta cifra asciende apenas a 13 de los 53 Estados miembros.
El informe de la OMS recomienda que los gobiernos implementen etiquetas de advertencia obligatorias en las bebidas alcohólicas, en lugar de depender de la autorregulación de la industria. Siguiendo esta línea, Irlanda se ha convertido en un referente al aprobar una normativa que exigirá advertencias sobre el riesgo de cáncer en productos alcohólicos a partir de 2026. De esta manera, el país será el segundo en el mundo en adoptar esta medida, después de Corea del Sur.
El Dr. Gauden Galea, Asesor Estratégico del Director Regional de la Iniciativa Especial sobre Enfermedades No Transmisibles e Innovación de la OMS/Europa, explicó la importancia de esta medida: «Las etiquetas de advertencia sanitaria cumplen múltiples funciones: permiten a los consumidores tomar decisiones informadas, concientizan sobre los riesgos para la salud, fomentan el apoyo público a políticas más estrictas sobre el alcohol y pueden influir en las normas sociales respecto al consumo de estas bebidas».
En particular, estas advertencias pueden tener un impacto significativo en la población joven, promoviendo hábitos más saludables y reduciendo el atractivo del alcohol. Se espera que otros países sigan el ejemplo de Irlanda y adopten medidas similares en los próximos años para enfrentar este problema de salud pública.
La evidencia científica es clara: el consumo de alcohol es un factor de riesgo para múltiples tipos de cáncer y no existe un nivel seguro de ingesta. A medida que más países toman conciencia sobre la necesidad de informar a la población, las etiquetas de advertencia sanitaria podrían convertirse en una herramienta clave para reducir el impacto del alcohol en la salud pública. La implementación de estas medidas no solo permitirá a los consumidores tomar decisiones informadas, sino que también podría contribuir a la disminución de enfermedades relacionadas con el alcohol en el futuro.
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