EE. UU. reactiva distribución de tratamientos contra el VIH
El gobierno de Estados Unidos ha dado un giro en su política y ha decidido reanudar la distribución de tratamientos contra el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) en 55 países, tras la aprobación de una «exención humanitaria» por parte del Secretario de Estado, Marco Rubio. Esta medida llega después de que diversas organizaciones, incluida la Organización Mundial de la Salud (OMS), manifestaran su preocupación el pasado 28 de enero debido a la suspensión de los fondos estadounidenses destinados a los programas de atención del VIH en naciones de ingresos bajos y medios. Según datos oficiales, a finales de 2023, alrededor de 39,9 millones de personas vivían con VIH en el mundo.
La interrupción del financiamiento formaba parte de una suspensión más amplia de la ayuda exterior de Estados Unidos, implementada por la administración de Donald Trump. Esta pausa, que se extendería por 90 días, afectó distintos programas, incluido el Plan de Emergencia del Presidente de los Estados Unidos para el Alivio del SIDA (PEPFAR, por sus siglas en inglés). De acuerdo con la OMS, PEPFAR (Plan Presidencial de Emergencia para Alivio del SIDA) ha sido clave en la lucha contra el VIH, salvando más de 26 millones de vidas y proporcionando tratamiento a 20 millones de personas con la enfermedad.
ONU/SIDA, el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA, celebró la decisión del gobierno estadounidense. Su directora ejecutiva, Winnie Byanyima, destacó que esta medida permitirá que millones de personas continúen recibiendo su medicación mientras se evalúa la asistencia exterior de Estados Unidos. Byanyima subrayó la importancia del PEPFAR en la respuesta global al SIDA y en la vida de quienes padecen la enfermedad. Además, ONU/SIDA reafirmó su compromiso con la provisión de tratamientos y llamó a la administración de Trump a mantener el liderazgo de Estados Unidos en la lucha contra el VIH a nivel mundial.
Por su parte, la Sociedad Internacional de SIDA (IAS), la mayor organización global de especialistas en VIH, advirtió que la suspensión del financiamiento ya había tenido efectos negativos, como el cierre de clínicas y la interrupción en la distribución de antirretrovirales adquiridos con fondos estadounidenses, lo que afectó a 20,6 millones de personas en tratamiento.
Beatriz Grinsztejn, presidenta de IAS, calificó la exención humanitaria como un paso positivo y recordó que, desde su creación, PEPFAR ha sido un símbolo de esperanza y salvación de vidas. No obstante, insistió en que es crucial restaurar por completo el apoyo de este programa a todos los servicios de prevención y tratamiento del VIH. Finalmente, instó a que la medida adoptada por Marco Rubio se mantenga vigente y se amplíe para garantizar la continuidad de los servicios esenciales en la lucha contra el VIH.
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