¿El Tren de Aragua trazó plan para el asesinato del director de la Cárcel La Modelo?

Revista Poder conoció la investigación que avanza en la Fiscalía y que apunta a un plan de la banda criminal para “asustar” al coronel retirado Élmer Fernández. Sin embargo, el atentado se salió de control y terminó con el fatal desenlace. 

UNIDAD INVESTIGATIVA PODER

El 17 de mayo, Colombia estaba consternada por el asesinato del que era el director de la Cárcel La Modelo en Bogotá, Élmer Fernández. Próximo a cumplir sus 58 años, el coronel en retiro sólo llevaba 40 días en el cargo, un reto no menor, pues dirigía una de las cárceles más peligrosas del país. 

La cárcel La Modelo está diseñada, en el papel, para 2.900 reclusos, pero actualmente alberga más de 5.000 presos condenados por delitos de todo tipo. Incluso, delincuentes de bandas criminales como el Tren de Aragua, Los Maracuchos y La 38. 

A su llegada a la dirección del centro penitenciario, Fernández conoció las ‘movidas’ en cada uno de los pabellones. Lo que nunca imaginó fue que, en el patio 4A, se alistaba una muerte anunciada. 

Según los investigadores, que adelantan las pesquisas para dar con los responsables, este patio fue determinante para su muerte, pues, desde allí, salieron las órdenes para acabar con su vida. 

La precisión del atentado fue documentada en las cámaras de seguridad minutos previos a la salida del vehículo convencional, lo cual es clave para la investigación de la Fiscalía. En las imágenes (ver imágenes adjuntas) se observa la salida del carro gris a las 4:52 de la tarde por la reja de la cárcel La Modelo para iniciar el recorrido. 58 segundos antes de la salida del coronel, en las imágenes aparece una persona con ropa negra y tenis blancos usando tapabocas, que cruza la calle. Para la Fiscalía, es uno de los marcadores. 

A las 4:53 de la tarde, sólo un minuto después de que las cámaras de seguridad percataran la presencia de ese ‘curioso’ hombre, apareció una motocicleta. Uno de los ocupantes del automotor llevaba los mismos tenis blancos que usaba la persona anteriormente descrita. Lo que no imaginaba el coronel es que le quedaban contados minutos de vida. Esa motocicleta empezó a seguirle los pasos a Fernández.

Sin embargo, un dato que está en investigación es que, en el trayecto por la Calle 80 con Carrera 30, fue abordado por una motocicleta de color gris (diferente a la verde que lo seguía a su salida de la cárcel). Sólo bastó un disparo que acabó con la vida del coronel en retiro de la Policía. 

De inmediato, la Fiscalía asumió la investigación por el caso y tiene como pruebas determinantes la denuncia (VER DOCUMENTO 1) radicada por el propio afectado sobre la llegada de una amenaza que decía: “De parte de Pedro Pluma de 4°A, para el director, que si se vuelve a meter de requisa para el patio le mato a la familia”. (VER DOCUMENTO 2)

“Para que vea que yo sí tengo poder y si me trasladan le mato a la familia 09/05/24” (VER DOCUMENTO 2). Esta amenaza fue tan determinante, que el propio Fernández, el diez de mayo, puso en conocimiento de las autoridades mediante este relato doloroso y lleno de angustia:

 “Encontrándome en calidad de director del establecimiento penitenciario y carcelario La Modelo de Bogotá, quiero poner en conocimiento de la Fiscalía General de la Nación los hechos sucedidos el día 9 de mayo del 2024, donde, siendo aproximadamente las 22:00 horas al frente de la cárcel y penitenciaría de media seguridad de Bogotá, La Modelo, más exactamente en la puerta de ingreso vehicular y puerta de información, la cual colinda con la Carrera 56 con Calle 18, dos sujetos, transportados en motocicleta, detonan tres cartuchos de arma de fuego, los cuales impactan en la pared de la cárcel y dejan dos panfletos. Instauro denuncia penal por el delito de amenazas y por el delito de terrorismo del Código Penal, dejando claridad que temo por mi vida e integridad, al igual que la de mi núcleo familiar”. (VER DOCUMENTO 3)

Las pistas de la Fiscalía

La investigación tomó una dirección clara: identificar quién era ‘Pedro Pluma’. Su nombre es Pedro Nel Caro, un delincuente condenado a cinco años y seis meses en la cárcel La Modelo, vinculado a delitos de hurto, fuga de presos, fabricación y tráfico de armas de fuego. Tiene 16 ingresos a la cárcel y lleva, más o menos, un año y ocho meses privado de la libertad. 

Revista Poder conoció que los fiscales del caso descartaron que Pedro Nel Caro haya tenido alguna relación con el atentado al director Fernández. Según los investigadores, fue un señuelo para lograr el traslado de ese interno, y que los miembros del Tren de Aragua pudieran asumir el control del patio 4A. ¿Con qué objetivo? para liderar las rentas criminales y los impuestos a los presos.
 

Fuentes al interior de la cárcel, que prefieren no ser citadas para evitar represalias, indican que “Pedro era un buen líder de patio, estaba afectando la venta de cupos y de droga. Por eso, el Tren de Aragua emprendió un plan con el panfleto para que fuera trasladado a otra cárcel. Al ver que no daba resultado, buscaron un segundo plan” dijo a Poder la fuente anónima.

Para la Fiscalía, el rompecabezas encaja, puesto que, de las pocas bandas criminales que tienen el dominio para hacer operaciones de ese estilo, con sus miembros encarcelados, es el Tren de Aragua. Así lo confirmó otra fuente. “Los duros del ‘Tren’ tienen gente afuera para hacer todo tipo de vueltas, como la del coronel Fernández. Sin embargo, lo iban a asustar y se les fue la mano en el susto, lo quebraron”. 

Los investigadores tienen plena convicción de que los testimonios son infalibles, puesto que, 24 horas después del homicidio, Pedro Nel Caro fue trasladado a la cárcel La Picota, al sur de Bogotá, teoría que completa el rompecabezas de que no se trataría de un homicidio, sino de un plan para lograr el control del patio 4A. 

Las autoridades ya tienen identificadas a tres personas por la consecución del atentado.

La desconocida amenaza de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia contra Fernández 

Revista Poder conoció la respuesta del INPEC a varios requerimientos de la Procuraduría por la muerte del coronel Fernández, en los que se expone una amenaza desconocida al funcionario cuando ejercía como director de la Cárcel de Guaduas, Cundinamarca.

“El 15 de febrero de 2024, y teniendo en cuenta los panfletos enviados por parte de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (Bloque Norte Tolima), en contra del Teniente Coronel (R) Élmer Fernández” (VER DOCUMENTO 4) 

En el reporte, el INPEC advierte, a través de una delegada regional, que, por un formulario que no llenó el coronel Fernández, no se pudo llevar a cabo el estudio de seguridad. 

“Mediante Oficio 2024IE0034038 del 20 de febrero de 2024, se requirió a la directora de la Regional Central del INPEC, notificar sobre las medidas de autoprotección al funcionario y remitir la documentación requerida para iniciar el trámite ante la UNP, documentación que no fue allegada por parte del funcionario”, precisa el documento que tiene este medio de comunicación.

Así mismo, advierte que se tiene un manual para las amenazas de funcionarios por parte de la Autodefensas Gaitanistas de Colombia: “Guía para el manejo de amenazas contra servidores públicos vinculados al INPEC y de los Auxiliares del Cuerpo de Custodia (ACC)”. 

Dicho documento, según conoció Poder, “tiene como finalidad establecer lineamientos que permitan determinar las medidas que se deberán adoptar cuando se presente una situación de amenaza en contra de la seguridad e integridad física de los servidores públicos vinculados al INPEC y ACC”.

Lo cierto es que, según expertos, existieron fallas en las medidas de protección al coronel Fernández, que se vieron enmarcadas en un paquidérmico formulario, además de una solicitud de riesgo a la Unidad Nacional de Protección, que ha demostrado ser ineficiente para brindar seguridad oportuna, en especial, por el estudio de riesgo que se demora al menos tres meses en su análisis. 

Desde 2022 y hasta la fecha, han sido amenazados 506 funcionarios, de los cuales 27 son directivos, hay 237 solicitudes que están en estudio ante la UNP y sólo se han otorgado 62 medidas de protección.

¿Sin control? Nuevas amenazas en La Modelo

Ante el caos ocasionado en la cárcel La Modelo, la Dirección del INPEC designó, por unos días, a la mayor Nancy del Socorro Pérez. Sin embargo, no pasó ni un mes para que también recibiera amenazas. 

Revista Poder conoció un memorando, radicado el 4 de junio, al comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, José Daniel Gualdrón, que reveló una alerta temprana de amenazas a funcionarios del INPEC.

“De manera atenta, me permito informar que, por información allegada a esta Dirección Regional Central, se efectuará un atentado en contra de la humanidad de un funcionario del INPEC adscrito al Complejo Metropolitano De Bogotá – COBOG PICOTA, cárcel y Penitenciaría de Media Seguridad de Bogotá”, reza el documento. (VER) DOCUMENTO 5

En ese momento, la directora encargada de La Modelo tuvo que entregar detalles de su medio de transporte “Motocicleta DT de color dorada y un vehículo Chevrolet Línea Spark”. Además, dejó en claro el plan criminal, liderado por Daniel Alejandro Serna, alias ‘Kener’, principal cabecilla militar de la banda denominada ‘Los Paisas’, para atentar contra su vida, por lo que pidió protección urgente.

Un día después, el 5 de junio, una persona lanzó un panfleto a la cárcel en contra la mayor Pérez, amenazándola de muerte si no cumplía los designios de los internos. “Le doy 72 horas para que saque a estas dos personas del patio 4A. Son pasilleros del pasillo 8 Viloria y Tolima”

Paradójicamente, el famoso patio 4A se convirtió en un dolor de cabeza para los directivos de La Modelo. “Si en 72 horas estas personas están, no creo que usted y sus guardianes quieran que les pase lo que le pasó al director por no sacar a estas dos personas”, se lee en el mensaje, que también habla de convertir a Pérez en “objetivo militar”.

Tras las amenazas, fue reforzado su esquema de seguridad. Sin embargo, quedan muchas dudas en el ambiente ya que, hace sólo unas semanas, llegó a la Dirección de La Modelo el mayor Édgar Iván Pérez Ortega. ¿Correrá la misma suerte de su antecesor o quizá habrá una tregua al interior del centro carcelario?