Cinco años después del Covid-19 ¿Estamos Listos para una nueva pandemia?

Cinco años han transcurrido desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarara al Covid-19 como una pandemia global. Desde aquel 11 de marzo de 2020, el virus ha dejado una huella imborrable en la humanidad, con más de 770 millones de casos registrados y un saldo de más de 7 millones de fallecidos en todo el mundo. En Colombia, las cifras también fueron impactantes, con más de 6 millones de contagios y alrededor de 142.727 muertes. Sin embargo, el interrogante sigue latente: ¿Está el mundo mejor preparado para afrontar una nueva crisis sanitaria?

Avances científicos y desafíos persistentes

Uno de los mayores logros derivados de la pandemia fue la acelerada innovación en la investigación científica y el desarrollo de vacunas. La colaboración sin precedentes entre gobiernos, empresas y universidades permitió la creación de vacunas en tiempo récord, basadas en tecnologías innovadoras como el ARN mensajero. Gracias a este esfuerzo, se estima que solo en 2021 las vacunas contra el Covid-19 salvaron la vida de aproximadamente 14,4 millones de personas. Este avance no solo impactó la pandemia, sino que abrió nuevas posibilidades para el tratamiento de otras enfermedades, como el cáncer y las infecciones virales.

A pesar de estos avances, la distribución de las vacunas fue desigual. En los primeros meses de la crisis, algunas naciones acapararon la mayoría de las dosis, dejando a muchas otras en desventaja. La OMS ya había advertido sobre este problema en 2020, instando a los países a adoptar un enfoque global y solidario. Sin embargo, las dificultades para garantizar el acceso equitativo a los biológicos y la falta de acuerdos internacionales sobre la gestión de las pandemias siguen siendo retos pendientes.

Un mundo vulnerable ante nuevas amenazas

La pandemia de Covid-19 dejó en evidencia la fragilidad de los sistemas de salud a nivel global. La ONU ha recordado en varias ocasiones que la amenaza de enfermedades infecciosas sigue presente. Brotes recientes de viruela símica, cólera, poliomielitis y el virus de Marburgo han servido como advertencias de que el mundo sigue expuesto a nuevas crisis sanitarias.

Los expertos coinciden en que la clave para afrontar futuras pandemias radica en fortalecer la inversión en ciencia y salud pública. Ignacio López-Goñi, miembro de la Sociedad Española de Microbiología (SEM), enfatiza que «la salud ya no es individual, es global. Los virus no conocen fronteras. Solo con más ciencia y cooperación estaremos mejor preparados para próximas amenazas». Sin embargo, la falta de consensos internacionales y la retirada de algunos países de la OMS han generado incertidumbre sobre la capacidad de respuesta global ante futuras crisis.

Desinformación y desconfianza en la ciencia

A pesar de los avances científicos, la pandemia también expuso el peligro de la desinformación. Movimientos negacionistas y teorías conspirativas sobre las vacunas obstaculizaron los esfuerzos de inmunización, retrasando la protección de muchas comunidades. Según datos de la OMS y UNICEF, entre 2021 y 2022 se registró un preocupante retroceso en la vacunación infantil a nivel mundial, una tendencia que solo comenzó a revertirse en 2023.

La persistencia del Covid-19 también es un recordatorio de que la lucha contra el virus no ha terminado. En lo que va de 2025, se han reportado 11 fallecimientos relacionados con la enfermedad en ciudades como Bogotá, Medellín, Cali, San José de Cúcuta y Riohacha. Esto subraya la necesidad de seguir impulsando campañas de vacunación y mejorar la vigilancia epidemiológica para detectar y contener nuevos brotes de enfermedades emergentes.

A finales de 2024, el director de la OMS advirtió que «la pandemia fue un llamado de atención para el mundo: se cobró millones de vidas, destrozó economías y llevó a los sistemas de salud al borde del colapso». En este contexto, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, fue contundente en su diagnóstico: «El mundo está muy mal preparado para la próxima pandemia».

Los expertos coinciden en que es necesario fortalecer la cooperación internacional, mejorar la equidad en el acceso a la salud y combatir la desinformación para enfrentar futuros desafíos sanitarios. La pandemia de Covid-19 demostró que la humanidad es capaz de movilizar recursos y esfuerzos en tiempo récord, pero también evidenció las profundas desigualdades y debilidades de los sistemas de salud pública. El desafío ahora es convertir las lecciones aprendidas en acciones concretas para evitar que la historia se repita.

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