Trump anuncia que “la tierra será el siguiente paso”: amenaza con extender a Venezuela su ofensiva antidrogas

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró este jueves que su campaña contra el narcotráfico dará un nuevo salto: después de los ataques marítimos en el Caribe y el Pacífico, las operaciones se trasladarán a tierra firme. La declaración, formulada en la Casa Blanca, representa la señal más clara hasta ahora de que Washington podría autorizar acciones directas dentro de territorio venezolano.

Trump instruyó al secretario de Defensa, Pete Hegseth, para que informe al Congreso sobre los “próximos pasos” en la lucha contra el flujo de drogas hacia EE. UU. “La tierra será el siguiente paso”, afirmó el mandatario, y añadió en tono amenazante: “Creo que simplemente vamos a matar a quienes traen drogas a nuestro país… Los vamos a matar, ya saben que van a estar muertos”.

Riesgo de escalada y falta de detalles sobre objetivos

El presidente no dio precisiones sobre qué objetivos en Venezuela podrían ser atacados ni delimitó la amplitud temporal o geográfica de la posible operación. En las últimas semanas, Estados Unidos ha multiplicado ataques contra embarcaciones que, según Washington, transportaban drogas desde aguas cercanas a Venezuela; el más reciente ocurrió en el Pacífico oriental. Además, la administración Trump autorizó acciones encubiertas de la CIA en territorio venezolano, según declaraciones previas del propio mandatario.

La ambigüedad sobre los blancos y el alcance de las operaciones ha despertado alarma en la región. Especialistas en derecho internacional han advertido que operaciones militares en territorio de terceros países sin autorización podrían violar la soberanía y normas del derecho internacional, especialmente si se producen bajas de civiles o si no medió consentimiento estatal.

La Casa Blanca, por su parte, deberá explicar en el Congreso las bases jurídicas y operativas de cualquier eventual acción terrestre, mientras que la tarea de Hegseth será traducir la orden ejecutiva en un plan con objetivos, reglas de enfrentamiento y estimación de riesgos.

Implicaciones políticas y humanitarias

La escalada anunciada tendría efectos múltiples: agravaría las tensiones diplomáticas con Caracas —que ya ha denunciado ataques previos en aguas cercanas—, podría provocar reacciones en países vecinos y encender un debate internacional sobre proporcionalidad y responsabilidad en la lucha antidroga. Organismos humanitarios y defensores de derechos humanos señalan que la respuesta militar, más allá de golpes puntuales, no ataca las causas estructurales del narcotráfico y suele aumentar el riesgo para poblaciones civiles.

Analistas militares recuerdan que operar en tierra implica desafíos logísticos y de inteligencia distintos a los enfrentamientos navales: identificación de objetivos, riesgo de combate urbano, posibilidad de frentes múltiples y mayor exposición de fuerzas propias.

Un paso que podría cambiar la dinámica regional

Aunque Trump negó reportes sobre sobrevuelos de bombarderos B-1 cerca de la costa venezolana, su anuncio deja claro que la administración estadounidense contempla ampliar la presión militar. Para la región, la materialización de una orden como la anunciada implicaría un punto de inflexión en la política hemisférica contra el narcotráfico, con el consiguiente riesgo de repercusiones políticas, económicas y humanitarias.

En este escenario, la incertidumbre predomina: no hay todavía información pública sobre objetivos concretos, autorización legal precisa ni plazos. Lo que sí parece seguro es que, si la Casa Blanca decide avanzar, la comunidad internacional exigirá explicaciones, garantías sobre el respeto al derecho internacional y medidas para minimizar riesgos sobre civiles.

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