En una celda de 3×4 está recluido Mancuso
Un helicóptero fuertemente custodiado y escoltado aterrizó en la noche de este 27 de febrero en la cárcel “La Picota”. De la aeronave descendió el exjefe paramilitar Salvatore Mancuso.
Mas de 60 hombres conforman el dispositivo de seguridad encargado de la vigilancia y protección de Mancuso. Si alguien quisiera visitar a Mancuso debe atravesar 5 filtros de seguridad monitoreado permanentemente por cámaras de seguridad, así lo aseguro el coronel Daniel Gutiérrez, Director General del INPEC.
La alimentación del exjefe paramilitar y ahora gestor de paz es suministrara por los consorcios de la Unidad de Servicios Penitenciarios (USPEC). Pero si Mancuso informa sobre riesgos o el INPEC detecta intención de envenenamientos, se podrá autorizar el ingreso de alimentos crudos para que estos se les preparen de manera individual.
El personal encargado de la custodia de Mancuso, fue capacitado por la Embajada de Estados Unidos. Todos han sido sometidos a pruebas en polígrafo con el fin de prevenir irregularidades o corrupción que puedan poner en riesgo al privado de la libertad. Lógico, también para evitar que el interno pueda intentar fugarse.
Desde esa celda de 12 m² del pabellón de alta seguridad de la cárcel picota comparecerá Mancuso ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) en principio por medios electrónicos. En caso de ser requerido de forma presencial se articulará el traslado por parte de los grupos especiales del INPEC, Policía Nacional y Ejercito.
Se espera que Salvatore Mancuso, quien fue jefe de las Autodefensas Unidas de Colombia y responsable de múltiples crímenes en el territorio nacional, hoy en su rol de gestor de paz, amplié y documente la verdad a las victimas ante la JEP. Por ejemplo, en temas como el financiamiento ilegal por parte de empresarios a los grupos paramilitares que el lideró, sus vínculos con dirigentes políticos y la ubicación de fosas comunes.



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