Gobierno Petro presenta proyecto de ley para convocar una Asamblea Nacional Constituyente

El Gobierno nacional dio un paso definitivo hacia una nueva reforma constitucional. Este jueves 23 de octubre, el ministro de Justicia, Eduardo Montealegre, presentó oficialmente el articulado para convocar una Asamblea Nacional Constituyente, desde Shanghái, China, donde se encuentra en una visita oficial.

Montealegre aseguró que el documento constituye “el punto de partida para construir sobre él las bases de la transformación que requiere Colombia”, e hizo un llamado a que el proceso se dé “a través de la confrontación de argumentos, y no de la violencia”.

Según el texto, la Asamblea estará conformada por 71 delegatarios, elegidos con paridad de género, y tendrá la facultad de reformar la totalidad de la Constitución Política, aunque no podrá revocar al Congreso.

Los límites de la Asamblea

El proyecto fija restricciones claras para el alcance de la Constituyente. Entre ellas, el respeto por los tratados internacionales de derechos humanos, las normas del Ius Cogens, y la prohibición de retroceso en materia de derechos fundamentales y sociales.

De aprobarse la convocatoria, la Asamblea sesionaría durante tres meses a partir de su instalación, la cual se realizaría 30 días después de la declaración de elección de los delegatarios.

Las razones del Gobierno

El Ministerio de Justicia acompañó el anuncio con un comunicado en el que plantea las razones del Gobierno para impulsar este proceso. En él, se compara el momento actual de Colombia con “la larga marcha” de la República Popular China, que logró transformarse en una potencia global.

“El país necesita iniciar una gran marcha para construir la nueva Constitución del cambio social”, señala el texto, destacando que este proceso debe ser autónomo, sin imposiciones imperiales ni humillaciones extranjeras.

Montealegre argumentó que “algunas instituciones de la Constitución del 91 se volvieron obsoletas”, mientras que otras son usadas “por sectores profundamente retardatarios para destruir las conquistas sociales”.

Desde Shanghái, el ministro concluyó que el desafío de esta Constituyente será “derrotar el bloqueo institucional que impide el progreso” y “vencer la toma del país por sectores que quieren devolver la rueda de la historia e instalar la gobernanza paramilitar del pasado”.

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