Trump impone aranceles del 25% a los autos fabricados fuera de EE. UU.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado una nueva medida arancelaria que impondrá un 25% de tarifas a todos los automóviles fabricados fuera del país, una acción que genera incertidumbre en el sector automotor y podría afectar a países como Canadá y México, sus socios en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (T-MEC). La medida también incluye a las piezas sueltas de automóviles que no se fabriquen en EE. UU.

Trump justificó la decisión como una respuesta a las prácticas comerciales desleales y la necesidad de proteger los trabajos y la riqueza del país. En su discurso desde la Casa Blanca, el mandatario señaló que la medida entrará en vigor el 2 de abril, y detalló que no se aplicarán aranceles a los autos fabricados en EE. UU., mientras que los importados pagarán un arancel adicional del 25% sobre su valor.

Este nuevo impuesto aumenta considerablemente la tarifa existente, que antes era del 2,5%, llevando el total a un 27,5%. Los autos eléctricos provenientes de China, que ya estaban gravados al 100% desde agosto de 2024, verán un aumento aún mayor, del 125%.

En cuanto a los vehículos ensamblados en México y Canadá, se aplicará el arancel del 25% únicamente sobre las piezas sueltas que no provengan de EE. UU., lo que deja un pequeño respiro a la industria automotriz en estos países. Sin embargo, el impacto podría ser considerable, ya que México exporta aproximadamente el 80% de los vehículos que fabrica a EE. UU., y empresas estadounidenses como Ford y General Motors dependen en gran medida de las importaciones de estos países.

La reacción internacional no se ha hecho esperar. El primer ministro canadiense, Mark Carney, calificó la medida como un «ataque directo», mientras que Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, expresó su «profundo lamento» pero dejó abierta la posibilidad de llegar a soluciones negociadas. Por su parte, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, criticó la decisión y subrayó la importancia de no aceptar las políticas de EE. UU. sin cuestionarlas.

Incluso el propio aliado de Trump, Elon Musk, CEO de Tesla, expresó su preocupación, advirtiendo que los aranceles aumentarán los costos de producción de su empresa, especialmente en las piezas que se importan de otros países.

La medida se suma a una serie de acciones tomadas por Trump desde su regreso a la Casa Blanca, como los aranceles impuestos al acero y aluminio, que también impactan en diversas industrias, incluida la automotriz. El sector espera que, si se mantienen los aranceles, los costos de los vehículos aumenten considerablemente, afectando tanto a los fabricantes como a los consumidores en Estados Unidos y en sus países socios.

Este nuevo golpe arancelario representa una escalada en la política comercial de Trump, que continúa buscando proteger los intereses de la industria estadounidense, a pesar de las crecientes tensiones con sus socios comerciales.

FOTO: Getty Images

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