¿Realmente el celular “daña” los ojos? Nuevos estudios revelan la verdad detrás de la salud visual

El uso del celular se ha convertido en una extensión natural de la vida cotidiana. Desde el estudio y el trabajo hasta el entretenimiento y la comunicación, las pantallas están presentes durante gran parte del día. Sin embargo, esta exposición constante ha despertado una preocupación creciente sobre sus posibles efectos en la salud visual, alimentada por mitos, advertencias virales y recomendaciones poco claras en redes sociales.

Preguntas como si la luz azul es peligrosa, si el brillo del celular “cansa” los ojos o cuántas horas frente a la pantalla son seguras, se repiten entre estudiantes, trabajadores remotos y padres de familia. No obstante, la evidencia científica reciente demuestra que el impacto del uso del celular en la visión es más complejo de lo que se suele afirmar. Según los expertos, no existen pruebas concluyentes de que el uso de pantallas cause daños oculares irreversibles, aunque sí puede generar molestias funcionales cuando no se acompaña de hábitos adecuados.

La docente del programa de Optometría de la Fundación Universitaria del Área Andina, Natalia Carolina González Jiménez, explica que la ciencia no respalda la idea de que las pantallas “dañen” permanentemente los ojos. Sin embargo, sí existe consenso en que la exposición prolongada puede provocar fatiga visual, sequedad ocular y alteraciones en el sueño, especialmente cuando se usan dispositivos sin pausas ni una correcta ergonomía.

Estos hallazgos coinciden con estudios internacionales. Un metaanálisis publicado en Sleep Medicine Reviews (2023) evidenció que en adolescentes y adultos jóvenes, una exposición superior a tres o cuatro horas diarias se asocia con menor duración del sueño y mayor dificultad para conciliarlo. En la primera infancia, el impacto puede ser aún mayor: un estudio de JAMA Pediatrics (2024) advierte que el uso excesivo de pantallas durante varias horas al día se relaciona con alteraciones cognitivas y lingüísticas.

En cuanto a las soluciones tecnológicas, el informe internacional TFOS (2023) concluyó que el factor más importante para la comodidad visual no es el uso de filtros o modos especiales, sino equilibrar el brillo del dispositivo con la iluminación del entorno. Los modos nocturnos y la reducción de luz azul pueden ayudar, pero no sustituyen hábitos como realizar pausas visuales, mantener una distancia adecuada y evitar el uso del celular antes de dormir.

Desde el sector tecnológico, marcas como HONOR aseguran que su apuesta está en integrar herramientas que promuevan el bienestar visual sin afectar la productividad. “La tecnología debe adaptarse a la vida real de las personas. Para nosotros, el bienestar visual es parte esencial de la experiencia del usuario”, afirma Kenet Segura, PR Manager de HONOR Colombia.

Entre las recomendaciones con mayor respaldo científico se encuentra la regla 20-20-20, que sugiere descansar la vista cada 20 minutos mirando un objeto a 20 pies de distancia durante 20 segundos. Estudios recientes confirman que esta práctica reduce significativamente la fatiga visual y la sequedad ocular.

En conclusión, el desafío no está en eliminar el uso del celular, sino en aprender a utilizarlo de manera consciente. Con información clara, hábitos saludables y el apoyo de la tecnología, las pantallas pueden ser aliadas del bienestar visual y no una amenaza para la salud.

Publicar comentario