Colombia convoca a su embajador en EE.UU. tras filtración de la ‘Doctrina Trump’: un nuevo capítulo en la tensión Bogotá–Washington
El presidente Gustavo Petro anunció este lunes el llamado a consultas de su embajador en Washington, Daniel García‑Peña, a raíz de la divulgación de un documento atribuido a la Casa Blanca en el que aparece, mediante montaje, el mandatario colombiano junto al venezolano Nicolás Maduro vistiendo uniformes de preso, en un reporte que se habría filtrado como parte de la llamada “Doctrina Trump”.
Según las investigaciones periodísticas, el informe —publicado por la revista Revista Cambio— sostiene que existe un plan estadounidense, respaldado por el senador republicano Bernie Moreno, para sancionar al gobierno colombiano o incluso buscar la prisión de Petro, como represalia por denuncias del mandatario contra la influencia de Washington en la región.
El documento y la imagen circularon inicialmente en plataformas vinculadas a la Casa Blanca y luego fueron retiradas, lo que provocó la reacción inmediata del gobierno colombiano, que calificó el hecho como “un irrespeto brutal al pueblo que me eligió y a la nación colombiana y su historia”.
La Cancillería de Colombia también confirmó que se emitirá una nota verbal ante la embajada estadounidense, descartando al mismo tiempo la expulsión del encargado de negocios en Bogotá, John McNamara. El llamado a consultas de García-Peña —procedimiento diplomático que no implica ruptura de relaciones pero sí un gesto de alta tensión— marca uno de los momentos más delicados en las relaciones bilaterales entre Colombia y Estados Unidos en los últimos años.
El episodio plantea varios interrogantes: ¿qué tan fiable es ese documento y quién lo elaboró realmente? ¿Cuáles serán las consecuencias para la agenda común de seguridad, lucha antidrogas y cooperación comercial entre los dos países? ¿Y cómo responderá Washington ante la advertencia pública de Petro de redirigir la política exterior colombiana hacia otros bloques si se siente agredido? En cualquiera de los escenarios, lo cierto es que esta crisis diplomática ha escalado con velocidad, y su desarrollo será fundamental para entender el futuro del vínculo entre Bogotá y la capital estadounidense.



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