Atentado con explosivos en Cali deja dos policías muertos en medio del paro armado del ELN

Un atentado con explosivos ocurrido en la madrugada de este martes en el sur de Cali dejó como saldo la muerte de dos uniformados de la Policía Nacional. El hecho se registró hacia las 3:50 a. m. en inmediaciones del coliseo María Isabel Urrutia, en el barrio Mariano Ramos, cuando los patrulleros Jorge Leonardo Gómez y Robert Steven Melo realizaban labores de vigilancia en la zona.

Según información preliminar entregada por la Policía, se produjeron dos detonaciones con pocos minutos de diferencia. El director regional de la institución, general Henry Bello, señaló que el tipo de artefactos utilizados coincide con el perfil criminal del Ejército de Liberación Nacional (ELN), organización que adelanta un “paro armado nacional” desde el pasado domingo. No obstante, aclaró que las investigaciones continúan y que un equipo especializado de 20 funcionarios fue designado para esclarecer los hechos y establecer la responsabilidad directa del ataque.

El atentado ocurre en el último día del paro armado anunciado por el ELN, una ofensiva que ha incluido acciones violentas en distintas regiones del país. Durante esta jornada, se han reportado asesinatos, quema de vehículos, hostigamientos armados contra estaciones de Policía e intimidaciones a la población civil, pese a que la guerrilla insiste en que sus acciones van dirigidas exclusivamente contra la fuerza pública.

En Cali, las autoridades locales mantienen cautela frente a la autoría del atentado. El alcalde Alejandro Eder afirmó que aún se evalúa qué grupo armado estaría detrás del ataque y recordó que en meses recientes la ciudad fue escenario de atentados atribuidos a disidencias de las FARC, cuyo modus operandi —dijo— presenta similitudes con lo ocurrido este martes. “Estamos en medio de lo que no es otra cosa que una ola terrorista”, señaló el mandatario distrital.

El ataque ha reavivado la preocupación por la expansión de la violencia armada en centros urbanos. De acuerdo con la Alcaldía, este sería el quinto atentado terrorista registrado en Cali en lo que va del año, con un saldo acumulado de 12 personas fallecidas. Eder pidió mayor presencia de la fuerza pública y acciones más contundentes del Gobierno nacional contra las economías ilegales que rodean la ciudad, especialmente en zonas del norte del Cauca y el sur del Valle del Cauca.

Tras el atentado, los alcaldes de Bogotá y Medellín expresaron su solidaridad con Cali y con las familias de los policías fallecidos. Ambos coincidieron en exigir un replanteamiento de la estrategia de seguridad y cuestionaron los resultados de la política de “paz total”, al considerar que los grupos armados se han fortalecido y extendido su accionar violento a las principales ciudades del país.

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