Tibú, en alerta máxima: se agrava crisis por disputa de grupos armados, advierte la Defensoría
La Defensoría del Pueblo lanzó una Alerta Temprana de Inminencia para el municipio de Tibú, en Norte de Santander, ante el deterioro acelerado de las condiciones de seguridad y la creciente crisis humanitaria en esta zona estratégica del Catatumbo.
El organismo advierte que campesinos, líderes sociales, población indígena y comunidades fronterizas están en riesgo extremo por el recrudecimiento de enfrentamientos entre grupos armados ilegales.
Según el documento, en los últimos días se han registrado desplazamientos forzados, confinamientos, amenazas directas y restricciones de movilidad, hechos que afectan de manera crítica a familias que quedan en medio de choques entre disidencias de las FARC, el ELN y estructuras asociadas al narcotráfico. La Defensoría alerta que hay zonas donde ya es imposible el tránsito seguro y que varias veredas viven bajo toques de queda impuestos por los grupos armados.
Tibú, uno de los municipios más golpeados por la violencia en el país, enfrenta una presión permanente por su ubicación fronteriza, la presencia de laboratorios y cultivos de uso ilícito, y los pasos irregulares hacia Venezuela, corredores disputados por organizaciones criminales que buscan controlar rutas de narcotráfico y rentas ilegales.
A esto se suma un aumento en los casos de extorsión, reclutamiento forzado y riesgo por minas antipersona, factores que agravan el impacto sobre la población civil. La Defensoría también cuestiona la limitada respuesta estatal: la presencia institucional es insuficiente para contener la expansión de los grupos armados y garantizar la prestación de servicios básicos.
Por eso pidió al Gobierno nacional acciones urgentes y coordinadas, entre ellas reforzar el pie de fuerza, activar rutas de protección colectiva, implementar planes de contingencia humanitaria y articular esfuerzos con autoridades locales para evitar desplazamientos masivos. «La situación en Tibú exige una intervención inmediata para proteger a la población civil y evitar una crisis mayor”, señala el organismo en su alerta.
Este nuevo llamado vuelve a encender las alarmas sobre el Catatumbo, una de las regiones con los niveles de riesgo más altos del país. Pese a múltiples intervenciones estatales en la última década, el control territorial continúa fragmentado y las disputas entre estructuras armadas se intensifican.
La gran incógnita es si el Estado logrará actuar a tiempo para contener la emergencia y prevenir que el conflicto escale con impactos humanitarios y transfronterizos profundos.
Sigue leyendo más noticias en Revista Poder
Si quieres conocer más de Revista Poder, visita nuestro canal de YouTube, Instagram, X , Facebook y TikTok



Publicar comentario