Familiares de víctimas en Bogotá piden justicia y conciencia vial

El sábado 8 de noviembre de 2025, Bogotá vivió una noche que quedó marcada por la tragedia. En el barrio La Sierra, al sur de la ciudad, un taxista en estado de embriaguez (grado II) perdió el control de su vehículo y arrolló a 11 personas, entre ellas cuatro menores de edad.

El siniestro se registró hacia las 7:39 de la noche, en la calle 47 Sur con carrera 6 Este, cuando el taxi descendía por una pendiente. Según el reporte de la Policía de Tránsito, el conductor, un hombre de 56 años, perdió el control del vehículo, que terminó impactando contra un local comercial y dejando a varias personas atrapadas.

Las cámaras de seguridad del sector captaron la magnitud del accidente: vecinos y transeúntes corriendo para ponerse a salvo, motociclistas intentando auxiliar a los heridos y una escena de angustia que aún conmueve a la comunidad.

Entre las víctimas se encuentran Martín (7 años) y Estefanía (15 años), quienes sufrieron trauma craneoencefálico severo y permanecen en estado crítico en el Hospital La Victoria. Otros lesionados fueron trasladados a la Clínica Santa Clara, donde reciben atención médica.

El padre de los menores, Jorge Arturo, habló ante los medios con un mensaje lleno de dolor, perdón y esperanza. Con la voz entrecortada, expresó:

“Yo lo perdono, pero que le caiga el peso de la ley, porque acaba de destruir la vida de dos niños por ser inconsciente”.

Visiblemente afectado, agregó:

“Si es de Dios que no estén más con nosotros, se los entregó. En algún momento nos vamos a encontrar. A mis hijos los amo y los adoro”.

La familia pidió justicia, pero también lanzó un llamado a la conciencia ciudadana para evitar nuevas tragedias:

“No tomen cuando estén manejando. Hoy me pasó a mí, mañana le puede pasar a usted”.

El conductor del taxi, identificado por las autoridades, fue capturado en flagrancia e inmovilizado el vehículo. El caso fue puesto a disposición de la Fiscalía URI de Molinos, por los delitos de lesiones personales y conducción en estado de embriaguez.

Mientras tanto, el barrio La Sierra permanece en silencio, con vecinos y familiares acompañando a las víctimas. La ciudad entera se une al clamor de una familia que, entre lágrimas, pide justicia y conciencia para que tragedias como esta no se repitan nunca más.

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