Crisis entre Bolívar y Quintero, y embrollos legales sacuden el sueño presidencial de la izquierda
La unidad tan esperada de la izquierda colombiana rumbo a las presidenciales de 2026 atraviesa días de turbulencia. El choque entre Gustavo Bolívar y Daniel Quintero, sumado a los obstáculos jurídicos que rodean la consulta interna del Pacto Histórico, han generado una atmósfera de incertidumbre que amenaza con desdibujar el camino común que se pretendía hasta hace poco.
Bolívar, antiguo dirigente e intelectual del progresismo, ha hecho público su rechazo a apoyar a Quintero en caso de que éste se imponga en la consulta, alegando que no representa los valores éticos que entiende como constitutivos del proyecto político de izquierda. Las críticas apuntan, además, a los pactos que el exalcalde habría hecho con políticos tradicionales en regiones, algo que para Bolívar equivaldría a “captura política” del Pacto Histórico.
Bolívar ha puesto sobre la mesa un dilema de coherencia política “¿Cómo le digo hoy a la gente que los imputados de la derecha son malos, pero los acusados de corrupción de nuestro lado sí son buenos?” Argumenta que participar en una consulta donde Quintero pueda ganar implicaría respaldar a alguien que enfrenta una investigación judicial: “Ese no es un camino de coherencia”.
En paralelo, las voces críticas dentro del Pacto Histórico, como las de Susana Muhamad o Carolina Corcho, han cuestionado desde hace semanas el carácter oportunista del posicionamiento político de Quintero, precisamente por su falta de trayectoria partidista en el progresismo.
La consulta del 26 de octubre, en jaque
El 26 de octubre está marcada la fecha para la consulta interna del Pacto Histórico que definiría al candidato presidencial de esa coalición. Sin embargo, el Consejo Nacional Electoral (CNE) ha presentado trabas legales que podrían impedir la realización legítima de ese mecanismo.
La imposibilidad de fusionar todos los partidos de la izquierda bajo un solo paraguas ha generado una maraña normativa que complica la ruta hacia la unidad. Algunos sectores sugieren que el mecanismo de selección podría cambiar de consulta popular en las urnas a una encuesta o mecanismo alternativo, aunque la decisión aún está en debate.
¿Qué está en juego para la izquierda?
- Si la izquierda no logra resolver sus diferencias internas pronto, el riesgo de fragmentación es alto.
- El enfrentamiento público entre figuras prominentes puede debilitar la percepción de coherencia del bloque.
- En regiones donde Quintero ha hecho alianzas tradicionales, podrían cuestionarse las lealtades políticas.
- Con menos de un mes para la consulta, las decisiones deberán tomarse con rapidez para no perder la ruta electoral.
Sigue leyendo más noticias en Revista Poder
Si quieres conocer más de Revista Poder, visita nuestro canal de YouTube
Publicar comentario