Crisis en el sistema de salud en Colombia, una posible liquidación de EPS en 2025

El sistema de salud en Colombia atraviesa una profunda crisis que afecta tanto a la atención médica como a la entrega de medicamentos. Esta situación se agrava con la intervención del Gobierno en diversas Empresas Promotoras de Salud (EPS), muchas de las cuales están al borde de la liquidación en los próximos años. De acuerdo con el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, varias de estas EPS, que han sido intervenidas por el Estado, enfrentan graves problemas financieros y no están cumpliendo con sus obligaciones, lo que agrava aún más el panorama.

En una reciente declaración, Jaramillo explicó que, a pesar de los esfuerzos realizados por las autoridades, las EPS no han logrado garantizar la entrega de medicamentos y los servicios médicos, lo que genera un efecto dominó en todo el sistema. “Si las EPS no reciben los pagos correspondientes, esto genera un colapso que afecta a todos los actores del sistema”, afirmó el ministro en una entrevista con El Tiempo.

Una de las voces más relevantes en este debate ha sido la de Ana María Vesga, presidenta ejecutiva de la Asociación Colombiana de Empresas de Medicina Integral (Acemi), quien ha alertado sobre el deterioro continuo del sistema de salud bajo la intervención estatal. Según Vesga, la pérdida total de las EPS durante el año pasado alcanzó los $9.6 billones, de los cuales el 70% corresponde a las EPS que han sido intervenidas por el Gobierno. Este deterioro ha dejado a las entidades sin reservas técnicas, lo que las pone en un alto riesgo de liquidación en los próximos años si no se implementan soluciones efectivas.

EPS como Nueva EPS, Sanitas, Famisanar, Savia Salud, Asmet Salud, SOS (Servicio Occidental de Salud), Emssanar y Coosalud son algunas de las entidades que enfrentan una situación financiera crítica. Según Vesga, si no se adoptan medidas urgentes, estas EPS podrían ser liquidadas en 2025, lo que dejaría a millones de colombianos sin acceso a atención médica.

Además de los problemas financieros, el sistema de salud enfrenta otro tipo de dificultades, como las demoras en la aprobación de citas médicas, tratamientos y cirugías, especialmente entre la población adulta mayor. La entrega de medicamentos sigue siendo un reto en muchas regiones del país, lo que afecta directamente a los pacientes más vulnerables. A pesar de los esfuerzos para mejorar la situación, Jaramillo reconoció que las soluciones no han sido efectivas y la crisis persiste.

Vesga también ha destacado que el debate sobre la crisis del sistema de salud se ha politizado, lo que ha dificultado una discusión técnica necesaria para encontrar soluciones a largo plazo. En su opinión, el Gobierno ha mostrado desconocimiento sobre el funcionamiento real del sistema y ha manejado cifras incorrectas que no reflejan la verdadera magnitud de los problemas. «Estamos enfrentando una confrontación política, y lo que realmente necesitamos es una conversación técnica que permita llegar a acuerdos viables para resolver esta crisis», expresó Vesga.

Uno de los mayores temores ante la posible liquidación de las EPS es la falta de alternativas claras para garantizar la cobertura de los servicios de salud en el país. La liquidación de estas entidades podría dejar a millones de colombianos sin acceso a atención médica, lo que representaría una crisis aún mayor. El Gobierno, por su parte, sigue buscando soluciones, pero aún no se perciben acciones concretas que puedan cambiar el panorama a corto plazo.

La situación continúa siendo incierta, y mientras se mantiene la esperanza de que se logren soluciones a través de la mediación técnica y la inclusión de todos los actores del sistema de salud, el futuro del sector sigue siendo una preocupación constante para los colombianos.

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