La Escombrera: Identifican a dos nuevas víctimas de desaparición forzada
El reciente hallazgo de restos humanos en La Escombrera, una zona de la Comuna 13 de Medellín que fue señalada durante años como una fosa común, ha reavivado la atención sobre las desapariciones forzadas ocurridas en la región. A 22 años de las primeras denuncias y tras 15 años de búsqueda, la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) ha confirmado la identificación de dos de las víctimas.
Según el informe de la JEP, se trata de una joven de 20 años y un hombre de 28, quienes fueron reportados como desaparecidos en 2022. Ambos residían en la Comuna 13 y el corregimiento de San Cristóbal. Gracias al trabajo realizado por el Instituto Nacional de Medicina Legal, se ha logrado confirmar que ni la joven ni el hombre tenían antecedentes penales ni investigaciones registradas, lo que refuerza la hipótesis de que La Escombrera fue un sitio utilizado para desapariciones forzadas.
Por respeto a las familias y por razones de seguridad, la JEP ha decidido no divulgar los nombres de las víctimas. Sin embargo, se ha brindado detalles sobre sus casos para contextualizar la tragedia que vivieron.
La joven de 20 años
La joven fue reportada como desaparecida el 30 de julio de 2002, cuando salió de su casa para cumplir funciones como coordinadora de un grupo juvenil. En esa fecha, habría sido interceptada por miembros del bloque paramilitar Cacique Nutibara, y su madre recibió una última llamada al día siguiente, en la que su hija le comunicaba que debía abandonar la zona. Su desaparición se mantenía en los expedientes de la Fiscalía como un crimen perpetrado por esta estructura criminal. Según informes de la JEP, la joven pudo haber sido trasladada a La Escombrera, donde fue asesinada y enterrada.
El vendedor discapacitado de 28 años
En cuanto al otro caso, la víctima era un vendedor ambulante que padecía discapacidad física y mental, lo que le dificultaba desplazarse y realizaba ventas en las calles para ganarse la vida. El 13 de octubre de 2002, salió de su casa en el barrio Belencito y nunca regresó. Su desaparición fue atribuida al bloque Cacique Nutibara y el frente José Luis Zuluaga, que operaban en la zona entre 2001 y 2002.
El caso de La Escombrera sigue siendo una muestra de los crímenes cometidos en el marco del conflicto armado y la estrategia de desapariciones forzadas, en la que se trataba de borrar toda huella de las víctimas. Según la JEP, se sospecha que los restos de al menos 500 personas puedan estar enterrados en este vertedero, donde el paramilitar «Don Berna» admitió, en 2013, que podría haber más de 500 víctimas en el lugar.
Este hallazgo se enmarca dentro de una serie de 34 operaciones desarrolladas por la fuerza pública y las AUC entre 2001 y 2024, en las que las víctimas fueron desaparecidas con el objetivo de eliminar cualquier evidencia.
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