Fracaso estructural: el Plan terrazas llega al Consejo con solo 9% de cumplimiento 

El Plan Terrazas, uno de los proyectos bandera para el mejoramiento de vivienda en Bogotá, quedó en evidencia ante el Concejo Distrital: a cuatro años de su lanzamiento, solo se ha cumplido el 34 % de la meta y más de 6.200 millones de pesos se han perdido en sobrecostos e incumplimientos.

Con una inversión superior a los $90.000 millones, el plan prometía intervenir 1.250 viviendas en sectores vulnerables como San Cristóbal, Usme y Ciudad Bolívar. Pero la ejecución fue caótica: contratos sin criterios claros de selección, subsidios entregados a familias cuyos hogares nunca fueron incluidos en las obras, y un seguimiento deficiente a los riesgos.

Según una auditoría de la Secretaría del Hábitat, durante la administración de Claudia López no se evidenció control efectivo sobre el desarrollo del proyecto.

Los impactos no son solo administrativos. Decenas de familias denuncian daños estructurales a sus viviendas, obras inconclusas y perjuicios económicos que hoy derivan en demandas contra el Distrito. 

Víctima de un proyecto inconcluso 

Es el caso de Marcos Guantiva, quien lleva casi dos años sin poder regresar a su casa por los retrasos de una obra que debía durar diez meses. Como él, más de 150 familias aún esperan respuestas o reparaciones.

La situación ha tenido un fuerte impacto económico para él, ya que ha debido cubrir varios meses de arriendo por su cuenta, debido al retraso del apoyo mensual de $500.000 que le prometieron. “Vivíamos tranquilos. Estaba bien pintada y en orden. Era la satisfacción de saber que tenía mi techo luego de llegar del trabajo. Estábamos ilusionados y mire como está ahora. Dejaron abandonada la obra. Es muy frustrante”, denunció a El Espectador. 

Ante los retrasos y daños ocasionados, algunos afectados, como Elizabeth Tello, ya consideran iniciar acciones legales contra el Distrito por los perjuicios sufridos en el marco de un programa que, en lugar de brindar soluciones, los dejó atrapados en la incertidumbre.

La discusión ya no es solo técnica: el programa falló en su promesa social y deja al descubierto falencias profundas en la capacidad institucional para ejecutar política pública con enfoque territorial y equidad. El Concejo analiza hoy un proyecto que, con más de una década de antecedentes, parece haber colapsado bajo el peso de sus propias buenas intenciones.

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